Testimonios

01-08-2021

LA MUSICA

Angelica Carreño

Este arte es el vehículo que nos transporta en el tiempo y nos lleva en un super viaje vertiginoso al país donde habitan nuestros más preciados recuerdos, que pueden ser dolorosos, tiernos, amorosos, y de familiares,

Nuestros abuelos escuchaban música en una vitrola con unos discos grandes muy delicados que al menor descuido se rompían. Para la siesta del domingo escuchaban opera, cerraban sus ojos para quizás concentrarse o deleitarse con su melodía. Son recuerdos muy maravillosos con brisa suave y olor a rosa.

Hay recuerdos alegres de fiestas familiares donde siempre había una persona que tocaba la guitarra y todos participaban con palmas y risas. Los más valientes se atrevían a bailar al ritmo de la guitarra; son recuerdos de más de una generación atrás.

Después llegaron a ese país maravilloso que es la memoria, los recuerdos juveniles donde la música norteamericana nos atrapó con su ritmo que escuchábamos por la radio. Era un escándalo para nuestros padres, se llamaba rock and roll. Al escuchar esa música, hoy que peinamos canas y nuestro cuerpo no tiene la agilidad de antes, nuestros pies se mueven al ritmo y vuelan junto con nuestros recuerdos juveniles.

Luego la música nos acompañó en nuestros amores uniendo pasado y presente, porque nuestra memoria no tiene edad. Muchas veces, en nuestra soledad, cerramos los ojos igual que alguna vez vimos a nuestros mayores cerrar los suyos, y volvemos a vivir nuestros recuerdos amorosos.

¿Qué será de aquellos que hicieron que nuestro corazón se volviera loco de alegría? Ojalá recuerden como nosotros ese tiempo tierno y maravilloso

La música no se olvida nos queda grabada¸ nos hace llorar, a veces reír. Esla puerta del alma, nos estremece, nos agita, nos emociona, pasado o presente escuchar o cantar música nos alegra el espíritu y las que somos un poco sordas… ¡igual escuchamos!

¡VIVA LA MUSICA!

 


13-07-2021

DOS SIGLOS

Angélica Carreño. Dirigenta Asociación de Pensionados y Jubilados de Chile.

Somos personas de dos siglos, hemos vivido para contarlo, relatar hechos, experiencias, descubrimientos, inventos. Escuché, hace poco, que somos una generación que se extingue y me resisto a esa idea. Somos la memoria de nuestra patria, nos tocó vivir de todo, somos gente grande y como tales ahora nos toca disfrutar de cada nuevo paso que da esta humanidad en todo sentido.

Recordemos por ejemplo el transporte desde el tranvía que cruzaba la Alameda, luego las micros, años después las liebres, taxi buses pasando por los Express Santiago San Bernardo y los trolebuses a los que de tanto en tanto se le caían los suspensores; luego las famosas amarillas para finalizar en el Metro. En lo individual de la tan amada bicicleta a la motoneta Vespa, del escúter al monopatín con motor y lo último que vi fue un vehículo con una rueda grande y un manubrio para desplazarse por el aeropuerto.

En las comunicaciones de las revistas semanales como el Okey, con Condorito incluido, el Ecran revista de las estrellas de cine y la Mi Vida romántica revista o el Vea una revista muy seria. Y llegó la TV para el Mundial del 62, era en blanco y negro que para ver los colores se le ponía una mica de colores a la pantalla; al tiempo después llego el sistema a color, en ese tiempo la TV era educativa, muy bien hablada, incluso daban cursos educativos como Teleduc.

En esos tiempos el teléfono era un lujo, uno se inscribía para tener línea y después de 15 años, ¡sí 15 años uno tenía el teléfono, ahora lo tenemos en 24 horas. En ese tiempo apareció la radio a pila ¡esa sí fue una novedad ¡ escuchar radio en la calle o en un paseo.

De la lapicera fuente con secante, pues era a tinta, pasamos al lápiz a pasta marca BIC, como se le conoce hasta el día de hoy, de la máquina de escribir al computador, del diccionario al Google, pasamos de leer un libro al copia y pega…Todo fue tan rápido vertiginoso que cada día traía una novedad.

En la alimentación pasó otro tanto, llegó la comida enlatada, congelada al vacío, los helados en palito, la margarina un invento no muy sano, con tanta comida aparecieron los supermercados y entonces nos perdimos en el consumismo.

Ahora todo es desechable, nos llenamos de basura, de plástico, la tecnología nos pilla… luego quizás nos sobrepase y nosotros aquí viendo pasar al ser humano en su loca carrera al desastre.

De repente el hombre llegó a la luna y … aparecieron más inventos como el Velcro que sirve para abrochar ropa y zapatos de los astronautas, y lo más importante e increíble fue el ¡¡Teflón¡¡ que sirvió para que la cápsula espacial cuando ingreso a la tierra no se desintegrara por la fricción y ¡¡ WUALA¡¡ se usa en los sartenes para que no se peguen los huevos.

Al pequeño paso del hombre cuando pisó la luna le sigue el gran paso de la humanidad que lo podemos vivir cada día en las comunicaciones, en el internet, en teléfonos inalámbricos , los email, las fotos con selfi, las conferencia por video llamadas….y nosotros seguimos aquí un poco alucinados, viviendo un poco en el aquí y ahora, quizás por la berma de la vida para que esta no nos atropelle…pero vivos, intensamente vivos

No estamos en extinción estamos en acción, critiquemos menos, disfrutemos más, que el mundo no se detendrá por nosotros, hay que ser FELIZ AHORA.


30-06-2021

LOS ABUELOS

Angélica Carreño, Dirigenta Asociación de Pensionados y Jubilados de Chile

Somos la gente grande de nuestro país, la memoria y la experiencia. Hemos hecho casi todo,

desde solucionar problemas, dar apoyo, consejo y amparo, construir una familia, hacer de una

casa un hogar, hacer de los hijos hombres y mujeres de bien.

La vida nos ha llevado por distintas profesiones, hemos sido enfermeras, gasfíter, profesores,

psicólogos, consejeros sentimentales, jardineros, un poco chef de cocina amateur, y un poco

economistas, pero por sobre todo madres y padres para cuidar y amar a nuestra familia.

Si nos ponemos a mirar nuestra vida ya lo hicimos casi todo, bien o mal, lo hicimos de corazón,

desde el amor.

Ahora nos toca disfrutar la dicha de los nietos. Esos pequeños que día a día nos roban el corazón

con sus preguntas y sus ocurrencias. Podemos amarlos y mal criarlos un poco... ya los papás

educarán y pondrán reglas.

Cuando son pequeñitos los sacamos a pasear de la mano, cantamos e inventamos cuentos,

jugamos a las escondidas o los hacemos volar en el columpio. También disfrutamos acostarnos en

el pasto con ellos y hacer figuras con las nubes. Perseguir una mariposa es una gran aventura. Es

muy entretenido estar con ellos y antes de devolverlos disfrutamos de un helado o un dulce.

Es tan simple ser feliz con los nietos. Algunas veces vamos al cine para ver alguna película que nos

guste a los dos. La ultima que vimos se llamaba “El llamado de la selva”, es la historia de un perro

que se convierte en lobo. Fue hace dos años y cuando estamos solos la recordamos. El lobo es un

personaje que a los niños les encanta y aunque les provoca un poco de miedo de igual manera

esta presente en sus juegos.

La experiencia de vivir a los nietos es tan distinta a la que tuvimos con nuestros hijos. Quizás por

que en ese momento estábamos aprendiendo a ser padres, pero ahora como abuelos solo los

disfrutamos.

Esta es la parte linda de nuestra vida. Pero también esta la otra, la difícil, la que quisiéramos

olvidar. Es la escalera que tuvimos que subir para llegar a la cima y poder mirar hacia atrás y ver

todo lo que tuvimos que superar, dolores, perdidas, fracasos y angustias. Nos ha tocado vivir de

todo, desde terremotos y tsumanis, pasando por crisis sociales y políticas, hambrunas y ahora

pandemia.

Ahora no toca esperar que este difícil camino llegue luego a su fin para luego DISFRUTAR,

DISFRUTAR DISFRUTAR... valorar la verdadera amistad, el amor, el compañerismo y salir

nuevamente con nuestros nietos a la plaza para enseñarles a andar en bicicleta o patines, porque

después de dos años de inactividad física les será difícil retomarlo. Tenemos el deber de

mostrarles el mundo de nuevo donde esta la vida de verdad, lejos de las Tablet y el computador

¡sin celular por favor!... conversarles de todo, volver a compartir experiencias, ellos crecen tan

rápido y dos años son una eternidad de ausencia de abrazos y besos que esta pandemia nos ha

negado. Mostrarles que el mundo es un buen lugar para vivir sin miedo. Que esta tierra que

amamos debemos cuidarla ya que es la única que tenemos, que nos falta mucho para irnos a vivir

a marte, idea que se le ocurrió al más pequeño después de una clase de astronomía por zoom.

Nuestra tarea es acompañarlos en esta aventura que se llama vida con pandemia, donde nosotros

los abuelos nunca, ni en nuestra peor pesadilla pensamos en vivir encerrados, aislados y tener que

pedir permiso para salir como si también fuéramos pequeños, y como pequeños los más

obedientes.

No perdamos la esperanza, saldremos de esto todos juntos.

Paciencia y suerte.



 ¡LAS CAJAS PREFERENCIALES NO EXISTEN!

Los Editores

Hace tiempo, los supermercados instalaron una modalidad aparentemente favorable para los adultos mayores: las cajas preferenciales. Sin embargo, en la realidad, esto es un mito. Nadie las respeta y los cajeros tampoco. 

Hicimos la experiencia en un supermercado Líder. Llegamos a la caja donde había una fila compuesta toda por gente joven. A hacerles presente que debían darnos la preferencia, las respuestas fueron agresivas instándonos a que respetáramos la fila. Le dijimos a la cajera quien manifestó que no se podía hacer nada porque la caja era "preferencial" pero no "exclusiva" para los mayores. Es decir: ¡funcionaba como cualquier otra caja!

Al solicitar mayor información, se nos dijo que al supermercado no le convenía que hubiera una cajas exclusiva para adultos mayores porque le podría quedar tiempos ociosos de cajeros. (¡Y el supermercado no está dispuesto a perder un centavo!)

En verdad, al parecer la medida es meramente publicitaria pero, en la realidad, no funciona cosa que, a los administradores de los supermercados no parece importarles. Y tampoco a la mayoría de los jóvenes que no están dispuestos a ceder un minuto de su precioso tiempo para ayudar a los mayores. 


 

UN MOMENTO PARA TI

Angélica Carreño, Dirigenta Asociación de Pensionados y Jubilados de Chile

Pienso que nuestro ánimo es puesto a prueba muchas veces en la vida. Lo usamos para combatir

la soledad, el miedo y la incertidumbre a la cual nos vemos expuestos diversas ocasiones. El ánimo

es una reserva de buenos momentos que nos ayuda a seguir adelante. Es una cuenta de ahorro de

la cual giramos dichos momentos con el compromiso de reponerlo lo antes posible para no quedar

en banca rota.

¿Cómo abonar a esta cuenta de ahorro? Con la hormona llamada serotonina, también llamada la

hormona de la felicidad.

¿y dónde encontrar felicidad? Buscando en nuestra memoria momentos gratos, dulces, amables o

amorosos, y podríamos seguir hasta agotar el diccionario. También disfrutando la música que más

te agrade... y si la quieres cantar ¡canta!, y si puedes bailar ¡baila! como cuando eras joven y nada

te preocupaba. Ríete recordando aquel amigo con el que bailabas la canción de moda. ¡Todo es

serotonina pura y esta archivado en nuestra memoria!

Podemos encontrar felicidad en cosas cotidianas, como una flor y su aroma; sentarse a ver una

puesta de sol o disfrutar de un amanecer, cuando el astro rey se asoma por nuestra hermosa

cordillera.

Amigos, todo ayuda para no decaer nuestro ánimo. A esta altura de la vida ya lo sufrimos casi

todo, angustias, ausencias, carencias, pero estamos aquí firmes como un roble. Levantémonos con

el propósito de ser feliz y eso se nota cuando uno saluda y sonríe. Preocúpate de ti como si todos

los días fueran una fiesta. La vida es una fiesta y depende de ti. Disfruta con lo que tienes, no

sufras por lo que no tienes. La vida es buena y ella te invita. Vamos, camina y el ánimo será tu

compañía hoy y siempre.



NAVIDAD EN TIEMPOS DE PANDEMIA

CELEBRAR la Navidad en tiempo de PANDEMIA COVID 19, puede ser una paradoja. Pero, la experiencia vivida en estos meses nos ha devuelto la pregunta por el sentido de vivir, nos ha llevado a redescubrirnos al interior de la familia y a rememorar las celebraciones de nuestra vida, esas que se guardan desde nuestra tierna infancia y nos hacen revivir la alegría de ser nosotros.

Pero a la vez, nos ha mostrado a personas mayores en soledad, marginadas por el COVID 19; no atendidas en los hospitales cuando no hay espacio para acogerlas y cuando se juega la vida porque son muchos los enfermos. La Pandemia, nos recuerda y nos pone al frente de elegir el camino de la Vida y la Muerte.

Los reyes magos hicieron el camino para presentar sus regalos: Oro, Incienso y Mirra para el Niño Dios (. Cuál es el Oro, el Incienso y la Mirra que ofrecemos, hoy, como persona, Sociedad/ Nación /Estado? Esta Navidad es tiempo de hacer camino con los reyes magos para el Encuentro con el Otro y cabe preguntarnos, ¿qué llevaremos para presentar en la Mesa fraterna que espera?

La PANDEMIA, en esta NAVIDAD, es la paradoja que nos abre el camino para plantearnos acerca de nuestra centralidad como personas en la sociedad; del sentido de vivir en comunidad, de las razones vitales del Bien Común y del porqué de la Persona y su Dignidad. NAVIDAD es tiempo de caminos para el encuentro por una Sociedad para todas las Edades.

Esta NAVIDAD, en PANDEMIA, nos interpela a. QUE SEAMOS NAVIDAD PARA EL OTRO







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