HABLEMOS EN QUE CONSISTE
EL ENVEJECIMIENTO
SONIA ZAPATA
El envejecimiento es un
proceso natural, cuya duración varía según las personas, pues influyen factores
genéticos y ambientales. Es un progresivo declive de la integridad y las
funciones del organismo, una mayor probabilidad de padecer enfermedades y
dificultades de adaptación a esta etapa.
Debido al aumento de la esperanza de
vida y a la disminución de la tasa de fecundidad, la proporción de personas
mayores de 60 años está aumentando más rápidamente que cualquier otro grupo de
edad en casi todos los países.
El envejecimiento trae una serie de
desafíos, nuevas formas de organización de la familia, desafíos de bienestar,
integración social y empleo del tiempo libre cambio en la demanda de bienes y
servicios, entre otros. Un desafío central es la formulación e implementación
de políticas públicas que creen oportunidades para un envejecimiento activo, la
necesidad de servicios sociales y la divulgación de una imagen digna de las
P.M. como ciudadanos
Podemos medir la edad
desde distintos puntos de vista. la edad cronológica. la edad biológica, edad
psicológica. Las Naciones Unidas (ONU) solicita que hablemos de “personas
mayores”, refiriéndonos a aquellas que superan los 65 años, aun cuando, les
quedan muchos años por vivir.
El ser humano se adapta
al proceso normal de envejecimiento. Algunos aspectos de la personalidad
permanecen inalterables algunos sucesos vitales, promueven cambios y adaptación.
Entre los cambios se encuentran los
cambios somáticos, aparecen las canas, las arrugas, la disminución de
las capacidades físicas, la mente y el cuerpo funcionan más despacio, se
producen cambios hormonales y el progresivo deterioro de los sentidos. Se
aprecia en algunos casos un deterioro funcional del sistema nervioso central,
el aparato cardiovascular y el respiratorio,
Existen
aspectos que influyen en el bienestar, como relacionarse con otras personas Realizar actividades motivadoras Utilizar
adecuadamente los recursos Cuidar el cuerpo y prevenir
discapacidades Superar la muerte de seres queridos Adecuarse a la jubilación Vivir la vejez de forma positiva Mantener la autonomía
El envejecimiento comienza, a
los 65 años. El cumplir 65 años, desde un punto de vista biomédico no tiene
base científica, la edad cronológica es fácil de determinar, la biológica es
más difícil de establecer.
El
envejecimiento es una de las etapas del ciclo vital, junto a la infancia, la
adolescencia y la edad adulta. Los cambios físicos, psicológicos y sociales, no
se producen en el mismo momento y grado en todas las personas. En esta etapa no
sólo se producen pérdidas, sino que hay funciones o capacidades que mantienen
su actividad o incluso pueden llegar a mejorar.
El envejecimiento normal, implica
cambios graduales biológicos, psicológicos y sociales, que son inevitables, y
que ocurren como consecuencia del paso del tiempo. El envejecimiento es un
proceso dinámico, de manera que el ritmo al que envejece cada persona es
diferente, mostrando una gran variabilidad.
Características
del envejecimiento
Universal: Propio de todos los seres vivos.
Irreversible: A diferencia de las enfermedades, no
puede detenerse ni revertirse.
Heterogéneo e individual: Cada especie tiene una velocidad
característica de envejecimiento, la velocidad de declinación varía de sujeto a
sujeto, y de órgano a órgano dentro de la misma persona.
Deletéreo: Lleva a una progresiva pérdida de función.
Intrínseco: No es debido a factores ambientales modificables.
Desafíos y oportunidades en la vejez.
La sociedad actual no
dispone todavía de una cultura de la vejez, en muchos contextos culturales la
P.M. No es bien valorada. En nuestra
sociedad, los mayores son más frecuentemente mujeres y, a menudo, disponen de
una situación patrimonial y financiera insuficiente. Es común que se trate de
mujeres viudas, con bajo nivel adquisitivo, en situación de soledad.
El envejecimiento considera
un declive del funcionamiento cognitivo, existen sujetos que no sufren ningún
declive, otros los muestran más amplios y extensos. La inteligencia hoy sabemos
que es mucho más que una función de la mente humana medida por Coeficiente
Intelectual (CI); el ser humano, a la hora de actuar y de tomar decisiones, no
lo hace tanto guiado por su CI sino por sus emociones y sentimientos, e
influenciado por la inteligencia emocional.
La inteligencia emocional es:
“la capacidad de reconocer los propios sentimientos, los sentimientos de los
demás, la motivación y el manejo adecuado de las relaciones que se sostienen
con los demás y con nosotros mismos”.
Hay que reconocer las
vivencias emocionales, que provoca la
vejez .Las limitaciones físicas y a veces intelectuales deben ser
reconocidas para poder ser compensadas o corregidas. La pérdida de ciertos
atributos debe ser aceptada como inevitable. La vida afectiva de P.M. Sufre un
aumento de las pérdidas, de la autonomía, valerse por sí mismo, hacer lo que
desea y
las referidas a la jubilación, muerte del cónyuge y de seres qu[SZ1] eridos, las cuales afectan
a todos los ámbitos. Otra preocupación es la muerte como evento próximo.
La soledad, depende de la
red de apoyo social de que disponga y de los propios recursos psicológicos que
posea. No está asociada a la vejez. Las
relaciones con los demás es un antídoto para la soledad se relaciona con
sus familiares, amigos, vecinos, etc.
Nos
han educado, para vivir la vida de un ser adulto con todas sus facultades en
juego. No nos han educado para enfrentarnos a la decadencia y a las
limitaciones que trae consigo el paso de los años. Se puede abordar la vejez de
dos maneras: viéndola como un problema, causa de angustias y de desesperación,
o viéndola como la oportunidad de vivir de otra forma, de sacar el máximo
partido de las propias capacidades.
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