EL FIN DE LA VIDA LABORAL

José Nagel. Investigador CENDEC

 

El momento del término de la vida laboral constituye un hito muy importante en la vida de las personas. Significa un cambio fundamental en los hábitos de vida, en la actividad cotidiana y, sobre todo, en las percepciones y expectativas. Y afecta a gran proporción de las personas de edad. A vía de ejemplo, las cifras dicen que a los 70 años solo un 30% de los hombres y un 11% de las mujeres continúa en el trabajo formal.

Es por ello, de alta importancia saber cómo viven los adultos mayores este momento de su vida, como sienten la transición y el efecto que eso tiene sobre sus motivaciones y su visión de la nueva etapa de su existencia.

Es indudable que el impacto del retiro laboral es significativo en todos los casos. Probablemente es uno de los momentos de mayor impacto emocional en la vida de una persona. Pero esto es vivido de manera diferente dependiendo de algunas condiciones.

Con frecuencia, el impacto es más fuerte en los hombres que en las mujeres por cuanto la mayoría de ellas, durante toda su vida, han debido combinar el desempeño laboral con las tareas domésticas. Esto también les ha permitido construir un mundo diferente al del trabajo generando redes afectivas y organizando su vida en torno a ambas esferas. En el caso de la mayoría de los hombres esto no ha ocurrido. Su autovaloración se ha construido sobre su rol laboral y, en el momento en que éste termina, la sensación de vacío y de inutilidad se desarrolla.

La forma en que se vive el cambio se asocia también, a otros factores. Una situación económica holgada contribuye a interpretar más positivamente el retiro laboral porque evita el sentimiento de angustia que produce la escasez y permite realizar actividades que, probablemente, antes no se hacían por falta de tiempo. Asimismo, un nivel educativo más elevado, al parecer favorece una mayor satisfacción con su vida. A vía de ejemplo el 73,7% de las personas con educación superior se declaran satisfechas con su vida mientras ese porcentaje desciende a 62,3% en las personas con educación básica. (Ver Cifras Chile en este blog)

Adicionalmente, el estado de salud es también un factor clave en la percepción de la última fase de la vida tendiendo a tener autovisiones más positivas aquellos que gozan de buena salud y miradas depresivas los que sufren de enfermedades graves, crónicas o agobiantes y dolorosas.

Diversos estudios muestran, también, que la calidad de las relaciones familiares son un factor que condiciona de manera diferente la aceptación del retiro laboral. Hay una visión más positiva entre quienes mantienen relaciones y lazos familiares permanentes con independencia de si viven solos o con su familia cercana. La visión es también mejor entre quienes realizan actividades con iguales o tienen obligaciones de cuidados de sus nietos.

Del mismo modo, el cambio es sentido de manera más positiva entre quienes están insertos en redes sociales con comunicación frecuente.

La soledad, en cambio, se asocia con percepciones más negativas de la situación de vida. Casi la mitad de los mayores de 70 años declara experimentar sentimientos de soledad (47,6%)

Todos estos elementos inciden en que finalmente haya percepciones diferentes del fin de la vida laboral. Para algunas personas el cambio es sentido como una pérdida y un deterioro. Para otras como una liberación y como el acceso a una nueva etapa de la vida que presenta ventajas mayores con respecto a las anteriores.

En el primer grupo la sensación de inutilidad, de soledad y de vacío es, frecuentemente, muy acentuada. En el segundo, hay una valoración positiva de la nueva etapa valorando, sobre todo, la tranquilidad, la carencia de obligaciones, la posibilidad de utilizar el tiempo en actividades de agrado y la dedicación a los seres queridos.

En este momento de la vida, resulta fundamental el acompañamiento de los familiares y personas cercanas y también la generación de acciones y programas de apoyo que incentiven a quienes viven la transición, a integrarse en actividades y redes y ayudándolos a generar metas y proyectos para darle sentido y significado a esta nueva etapa de la existencia.

 

 

 

 

 

 

Comentarios

  1. Muy buen artículo.

    Creo que los problema que el retiro causa en los hombres podría minimizar con una buena educación igualitaria durante la vida anterior.
    Es verdad que las mujeres han tenido 2 trabajos toda su vida: el laboral y el doméstico. Y a menudo 3: el cuidado de los hijos.
    Por eso, cuando se pensionan, se les acaba uno de los 2 o 3 trabajos, pero permanecen los restantes. (A veces, el cuidado de los hijos muta a cuidado de los nietos).
    Si los hombres tuvieran una acción más igualitaria en los trabajos sin remuneración que la mujer asume, probablemente el retiro laboral sería menos doloroso
    para ellos.

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