Las Personas Mayores y las Políticas Públicas

Sonia Zapata                                    Investigadora  Cendec

 

Hoy en día tenemos la certeza que se vive más pero no que, al mismo tiempo, esta prolongación de los años signifique vivir mejor. Las personas mayores están conscientes de los problemas de salud y otros, que los aquejan y los cuales no siempre pueden afrontar como los insuficientes ingresos percibidos por un número importante de ellos, que los hace depender económicamente de otros.

Una forma de enfrentar estos problemas de la población mayor son las políticas públicas. Si analizamos el debate suscitado en torno a ellas, nos encontramos con que el tema siempre se ha centrado en dos aspectos: la previsión y la salud. Y ambos temas requieren financiamiento y un aporte importante del ESTADO, lo que significa que, para muchos de nuestros ciudadanos, estas Personas Mayores son una carga y no un aporte a la sociedad.

Para atender al envejecimiento de la población, se ha contado a lo largo de estos años con distintos modelos que han influido en las políticas públicas. Es bueno hacer un recordatorio de cada uno de ellos.

El primero, por los años 90, fue el ENVEJECIMIENTO SALUDABLE que, tal como su nombre lo indica, estaba centrado en la salud y trataba de lograr una buena salud y funcionalidad por más tiempo. Posteriormente se evoluciono al ENVEJECIMENTO ACTIVO, influenciado por las propuestas de la OMS que perseguía entregar mas oportunidades de salud a la población y sumaba la participación y seguridad de las Personas Mayores, proponiendo aplicarlo a individuos y a grupos. Finalmente se estructuró el modelo de ENVEJECIMIENTO POSITIVO formado por la unión de los dos modelos ya citados y es el que se utiliza hoy en nuestro país.

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ENVEJECIMIENTO POSITIVO.

El envejecimiento positivo suma los aspectos sociales y sanitarios en busca de un mejor envejecer y establece que las personas mayores son sujetos de derechos. Además, nos habla de la necesidad de preocuparnos por el bienestar subjetivo de las Personas Mayores que se refiere a tener las necesidades materiales cubiertas, gozar de buena salud y contar con vínculos significativos con los demás. Así el bienestar subjetivo es entendido, como una evaluación favorable de la vida personal y social.

Numerosos estudios, en los cuales las Personas Mayores se expresan directamente, han mostrado que los principales componentes del bienestar subjetivo son las relaciones sociales, la salud y el trabajo. Estos componentes pueden tratarse positivamente a través de las políticas públicas de los gobiernos: políticas a favor de la familia, pensiones de sobrevivencia, seguros de salud y desempleo, etc.

Chile es un país envejecido y que continuará envejeciendo Este envejecimiento supondrá un impacto en el país ya que deberá realizar diferentes acciones para proteger la salud funcional de los mayores, mejorar sus niveles de integración y participación en distintos ámbitos de la sociedad e incrementar su bienestar subjetivo.

En la búsqueda de lograr el bienestar subjetivo se ha concluido que es necesario contar con planificación estratégica, participación de distintos actores, coordinación, evaluación continua y asumir la heterogeneidad del envejecimiento.

 La planificación estratégica permitirá definir los objetivos prioritarios de envejecimiento positivo y el plan para alcanzar esos objetivos. Al estudiar los objetivos a lograr se han establecido objetivos generales en el envejecimiento positivo: proteger la salud funcional de las personas mayores, mejorar su integración a la sociedad e incrementar su bienestar subjetivo. Para lograrlos se han fijado metas que suponen acciones concretas con responsables y plazos de cumplimiento. En todo este proceso la participación de los actores es clave. El Estado tiene un rol central en el envejecimiento positivo, pero las personas mayores, sus familias, organizaciones sociales, el sector privado, las universidades y otros actores sociales también tienen un rol fundamental.

No debe olvidarse la coordinación de los distintos actores. Es importante perfeccionar la contribución de los Ministerios y Servicios Públicos, en colaboración con otras entidades. Es preciso adecuar la promoción del envejecimiento positivo a una realidad heterogénea incluyendo consideraciones de género, diferencias entre zonas rurales y urbanas, grupos socioeconómicos.

 

ALGUNOS AVANCES EN EL ENVEJECIMIENTO POSITIVO

Nuestro país ha tenido cambios positivos en los últimos años para lograr un enfoque de derechos y protección social de las P.M. Es así como, en 1988, se dictó e implementó una política de salud especial para personas mayores y en 2003 se creó el Servicio Nacional del Adulto Mayor, Hoy día se habla de la política de envejecimiento “positivo” que busca enfrentar la nueva estructura demográfica y donde las personas mayores sean saludables, integradas y presenten niveles de bienestar subjetivo tan altos como los jóvenes.

Esta Política de Envejecimiento Positivo se propone tres objetivos generales:

Proteger la salud funcional de las personas mayores, que sean autovalentes y apoyar a aquellas que desarrollan dependencia.

Mejorar la integración de las personas mayores a la sociedad. Construir una sociedad para todos donde las personas mayores participen en todos los ámbitos.

Incrementar los niveles de bienestar subjetivo de las personas mayores., de tal manera que los mayores evalúen la calidad de su vida de forma favorable y positiva.

Para lograr estos objetivos se han incorporado las experiencias chilenas, prácticas exitosas de otros países y recomendaciones de organismos y convenciones internacionales. Se han incluido distintas organizaciones Programa Elige Vivir Sano, Ministerio de Salud, Instituto Nacional de Deportes y el Servicio Nacional del Adulto Mayor, entre otros.

En la promoción del envejecimiento activo se incluye al Ministerio del Trabajo y Previsión Social, el Servicio Nacional de la Mujer, el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones, y el Ministerio de Vivienda.

En la promoción del envejecimiento positivo se incluye Ministerio de Desarrollo Social, el Ministerio de Educación, el Ministerio del Trabajo y Previsión Social, el Ministerio de Justicia, el Servicio Nacional de la Mujer, el Ministerio del Interior, la Secretaría General de la Presidencia y el Ministerio de Economía.

 El desafío es continuar estos esfuerzos dirigidos a las personas mayores y cumplir la implementación de la Política Integral de Envejecimiento Positivo para Chile. Es necesario promover el envejecimiento positivo como una nueva forma de enfrentar el proceso de envejecimiento y promoverlo desde las políticas públicas.

 El envejecimiento positivo fue definido como la creación de un futuro para las personas y las sociedades, donde el país enfrente los desafíos de la nueva estructura demográfica, y las personas mayores gocen de buenos niveles de salud, integración y bienestar subjetivo. Chile ha avanzado en esta dirección, pero hay desafíos pendientes. Los más importantes son completar una planificación más detallada de la política y designar un encargado de su monitoreo y evaluación permanente. Para cumplir las acciones y metas propuestas, es indispensable contar con un sistema de monitoreo y rendición de cuentas, con evaluaciones permanentes para identificar los avances y reorientar algunas acciones y esfuerzos colectivos.  De tal manera de poder introducir modificaciones, basadas en la nueva información y evidencia obtenida de la evaluación de la política.

El Ministerio de Desarrollo Social, incluyendo a SENAMA, debe jugar un rol principal en el cumplimiento de estos objetivos, porque es el encargado de coordinar todas las políticas sociales en Chile, articular las iniciativas multisectoriales y revisar la eficiencia en su implementación. Así, será posible alcanzar el ideal de transformar la experiencia de envejecer y ser viejo en una etapa satisfactoria, saludable e integrada a la sociedad ya que hoy vivimos más y esperamos también vivir mejor.

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